Estás profundamente dormido, soñando profundamente, cuando de repente —¡ay!— un dolor agudo te despierta bruscamente. Tienes la pierna trabada con un calambre doloroso, y solo piensas: “¿Cómo puedo parar esto?”. Si te suena familiar, definitivamente no eres el único. Pero ¿qué causa estos calambres nocturnos repentinos y, lo más importante, cómo detenerlos rápidamente?
Cuando un calambre podría decirte algo más
¿Sabías que los calambres frecuentes en las piernas durante la noche podrían ser una señal de alerta? Aunque la mayoría de los calambres son inofensivos, a veces pueden indicar un problema de salud subyacente. Algunos desencadenantes comunes incluyen:
- Niveles bajos de minerales clave como magnesio, potasio o calcio.
- No beber suficiente agua
- Mala circulación sanguínea
Si estos calambres ocurren con frecuencia, no los ignores; vale la pena consultar con un médico. Un chequeo puede ayudar a descartar afecciones más graves como diabetes, trastornos nerviosos o problemas de tiroides.
Consejo: Antes de tu cita, anota cuándo aparecen los calambres, cuánto duran y qué tan dolorosos son. Esta información puede ayudar a tu médico a tener una idea más clara.
Errores comunes que cometen las personas con los calambres nocturnos (y qué hacer en su lugar)
¿Alguna vez te quedaste ahí tirado esperando que un calambre desapareciera solo? Eso podría empeorar las cosas. Aquí tienes algunos errores que debes evitar y algunas mejores opciones:
1. Error: No hacer nada y quedarse quieto
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