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Por qué evitarlas: Contienen nitritos, grasas saturadas y sodio en exceso, que aumentan la inflamación y el riesgo de enfermedades articulares.
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Alternativa saludable: Pollo, pavo o pescado fresco, y proteínas vegetales como lentejas o tofu.
4. Lácteos enteros y quesos curados
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Por qué evitarlos: Algunas personas mayores desarrollan intolerancia a la lactosa o sensibilidad a ciertas proteínas lácteas, lo que puede causar inflamación.
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Alternativa saludable: Lácteos bajos en grasa o sin lactosa, o bebidas vegetales enriquecidas con calcio (como leche de almendra o avena).
5. Harinas refinadas (pan blanco, pasta común, galletas)
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Por qué evitarlas: Elevan rápidamente el nivel de azúcar en sangre y fomentan procesos inflamatorios.
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Alternativa saludable: Pan integral, pasta de legumbres o avena integral.
6. Alcohol en exceso
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Por qué evitarlo: El consumo habitual puede provocar inflamación crónica y afectar negativamente la salud ósea y articular.
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Alternativa saludable: Agua, infusiones naturales o zumos sin azúcar añadido.
Consejo adicional:
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